1533 Atawallpa
La orden para asesinar a Atawallpa [1533] no llegó de la Corona de Castilla o fue decisión de los conquistadores, provino de mucho más arriba.
Formaba parte de la lucha de poder entre facciones, el Inca pertenecía al bando perdedor.
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​Esta lucha es tan antigua como la humanidad y continúa hasta ahora. Se la ha combatido por etapas y en esta novela se tratan algunas de ellas.
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​Tras la persecución y disolución de la Orden del Temple [1312] muchos caballeros templarios se asentaron en Amarraka [América]. Esta travesía se convirtió en el secreto mejor guardado de la Orden de Cristo, creada en Portugal [1319] para continuar con el legado templario.
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​Tras el robo del secreto, este fue entregado a la facción contraria en Constantinopla, mientras la capital bizantina caía en manos turcas [1453].
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​Desde este momento inició una carrera para apoderarse de Amarraka, culminando con la llegada de tres carabelas [1492]. Con la lucha ya en tierras americanas, comenzó un proceso de conquista que otorgó el poder (momentáneo) a una de las facciones.
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​Aquí se relatan momentos históricos que cambiaron al mundo, como siempre, no para el bien del ser humano, sino para satisfacer las ansias de poder y control de unos pocos.